viernes, 1 de enero de 2016

Next Year Baby

Siempre me han llamado la atención los "Propósitos de Año Nuevo". Bueno, quienes en realidad  me llaman la atención son las personas que se los plantean; "Muchísima gente lo hace" pensaréis, y tenéis toda la razón. Millones de personas alrededor del planeta entonan por estas fechas, decididos, un "Este año que viene voy a... (y añade su asunto descuidado)". Lo peor de todo es que lo dicen tan convencidos que parece que van en serio, que parece que tras el uno de Enero van a dar un giro radical a su forma de vida. Os juro que aún tengo mis dudas sobre si no lo hacen para vacilarnos, y es que de acuerdo al estudio de la universidad estatal de MCyMPE, el 99% de los propósitos no se cumple. Seguro que tod@s recordáis el caso de algún familiar o amigo que se propuso hacer algo a partir del 1 de Enero; Algo que por supuesto no hizo y sigue sin hacer.

Y es que, ¿qué extraña magia rodea esa fórmula -"Este año que viene voy a..."- que a todo el mundo le otorga la fuerza de voluntad necesaria para hacer lo que no ha tenido agallas  a llevar a cabo durante el resto del año?
El cambiar de año, entre otras cosas, hace a la gente recapacitar y llenarse de valor para cambiar aquello que no le gusta en su vida. Hasta ahí perfecto. De hecho mejor hacerlo una vez al año que nunca, pero sigo sin entender por qué deciden hacerlo a finales de año, o por qué deciden dejarlo para el principio del siguiente. ¿El resto del año no te importa y por ello retrasas el cuidar tu alimentación, el hacer más ejercicio, el estar más tiempo con tu familia, el visitar más a tu distante ser querido...? Eso es menospreciar tu tiempo.

Quizá la explicación al hecho (estúpido en mi opinión) de que la gente deje los grandes cambios para el año nuevo es la necesidad de una fecha importante que les haga diferenciar visiblemente un "antes" y un "después" en su vida y que trace la difusa linea de salida que ellos no han sido capaces a dibujar. Una fecha marcada en rojo en el calendario que les proporcione ese punto de inflexión imposible de desarrollar para ellos mismos y que les de la falsa creencia de que un cambio de año les va a hacer cambiar como personas. No sé a vosotr@s, pero a mi me parece ridículo.
  
¿Los cambios no empiezan por uno mismo? ¿No son los grandes actos los que marcan las fechas y no al revés?


"Will I do any of these things?
The answer's probably no...
"


Portada del álbum TwentySomething, (2003).



Decíamos el otro dia por Twitter (@AplicatealRock) que algo bueno de la Navidad es que un numero representativo de comercios cambian por estas fechas la música mediocre por el Jazz o el Soul. También hay quienes no la cambian o quienes se abonan a Villancico FM... si, hay de todo, pero a los que se pasan a la buena música hay que reconocérselo, aunque sea por aun motivo meramente estacional o comercial.

Hoy este blog se inunda -como si de una tienda de perfumes se tratase- de Jazz, de mano del genio inglés Jamie Cullum. Dejamos por un día el Rock, para dedicarnos a otro genial género musical como es éste. Por álgo está el (&) en el título ;) Es el segundo post que le dedicamos a una canción suya, y la de hoy se sale de todos los patrones sobre canciones de la típica temática navideña para hacer referencia a esa pequeña verdad incómoda de la que acabamos de hablar. ¿Nos acompañáis?


Contraportada y track list del álbum TwentySomething, (2003).
 

La canción de la que hoy vamos a hablar, Next Year Baby, fue publicada en el puesto decimocuarto del álbum TwentySomething, el cual vio la luz en Octubre de 2003 en Reino Unido y en Mayo de 2004 en Estados Unidos. El álbum fue un verdadero bombazo, y a los cuatro meses de haber sido lanzado en Reino Unido ya había alcanzado las 850.000 copias, obteniendo dos discos de platino por ello.  El set list del álbum está lleno de canciones que son parte de la idea que a todos se nos viene a la cabeza al escuchar hablar de Jamie Cullum, y que conforman el concepto que tiene el gran público de este artista. Otro gran triunfo de este álbum pero que no se puede representar con números es el haber repopularizado un género como es el Jazz; Desde aquí os saluda quien hace seis años flipó escuchándolo tocar el piano con una voz sobrecogedora y quien a raíz de eso empezó a deambular por el reino de Nina Simone, de Luis Amstrong,...  
Y ya mismo, sin más contextualización, vamos a ver que esconde esta Next Year Baby, y qué tiene que ver con los famosos Propósitos de Año Nuevo. 








Como muchas de sus canciones, Next year, Baby comienza con un suave balbuceo sobre el omnipresente piano. Esa sencilla mezcla marcará el inicio de este relato estacional que realmente enmarca 365 días.


Next year,
Things are gonna change
Gonna drink less beer
And start all over again



Con dos palabras y un silencio de unos segundos Jamie nos vuelca toda la esencia de la canción en la primera estrofa, que es una declaración de intenciones rodeada de incertidumbre y casi hasta de melancolía. En las dos primeras frases Jamie se propone la promesa gigantesca e icónica de que el año que viene será un cambio en su vida. En la tercera, y haciendo la estofa más propia de una conversación cualquiera, Cullum ya acota esos grandes cambios y los lleva a un gesto del día a día más ordinario. Pero en la cuarta nos encontramos de nuevo con un "borrón y cuenta nueva" que nos coloca en el carácter de cambio excepcional de las dos primeras frases.



Gonna read more books
Gonna keep up with the news
Gonna learn how to cook
And spend less money on shoes



En esta segunda estrofa nos encontramos de nuevo con lo común de la tercera frase anterior, con lo usual del día a día. A pesar de que la anterior estrofa nos había dejado en aires de grandeza y de grandes cambios, esta nos recibe con la normalidad de los pequeños gestos que a veces parecen imposibles de cambiar.


I'll pay my bills on time
File my mail away, everyday
Only drink the finest wine
And call my Gran every Sunday



Jamie continúa enumerando cambios que, aunque pequeños,  con el tiempo podrían llegar a suponer algo más sustancial. Podrían, si es que llegasen a cumplirse. En verdad son todas promesas lanzadas al aire que se van a quedar en mero papel mojado, como las decenas de propósitos que vais a escuchar por estas fechas y que la inmensa mayoría de personas olvidarán el 2 de Enero. Estas cosas son como los villancicos, todo el mundo tiene sus favoritos y echa mano de ellos en estas fechas, pero el resto del año nadie quiere saber nada de ellos, porque, simplemente, no cuadran o incluso molestan. 


Well resolutions
Baby, they come and go
Will I do any of these things?
The answer's probably no


"Podrían, si es que llegasen a cumplirse..." Y es que hasta el propio autor -el gran Jamie Cullum- sabe que ésta canción quedaría incompleta si no acabase de contar toda la verdad sobre esos conjuros mágicos formulados para el año próximo. Las dos últimas frases -las cuales ya habíamos usado al principio del post- expresan musicalmente algo que todos sabemos, y es que todos esos cambios que alegremente -y casi de memoria- recitamos a finales de año se irán a la basura junto con los papeles que envolvían los bombones de las últimas reuniones familiares.




Pero esta canción aún esconde algo más, y para descubrirlo debemos fijarnos en las partes en las que el ritmo divide o diferencia la canción. Como habréis visto, la parte inicial de la canción (del 0:00 al 1:47), al igual que la final (del 3:23 al 4:52), tienen un ritmo más acompasado y más lento, mientras que la parte entre ambas (del 1:47 al 3:23) es mucho mas rápida, con un piano, percusión y viento más vivos. ¿Qué quiere decir esto? Bueno, esta es sólo nuestra interpretación, y cada un@ podéis tener la vuestra claro, pero para nosotros esas tres partes en las que se divide la canción representan dos navidades y los 11 meses que transcurren entre una y otra.
La primera parte, acompasada en ritmo y reflexiva en mensaje, representa una Navidad, un final de año. Es el momento en que cada cual pone pausa y echa la vista atrás sin perder de vista el año que llega; Son esos días en los que te propones todas estas cosas geniales que no cumplirás cuando abandones la época navideña... Y es precisamente la segunda parte de la canción la que representa el resto del año. La segunda parte, mucho mas rápida en ritmo y con un mensaje musical fugaz, simboliza los once meses siguientes, en los que olvidamos todos esos geniales propósitos que parece se desvanecen en lo efímero de los días. Por último la canción vuelve en su tercera parte al ritmo y carácter de la primera. En ella se retoman los propósitos y voluntades de la primera, simbolizando también una nueva navidad y un nuevo final de año en el que no se han cumplido los propósitos del anterior, pero en el que se volverán a proponer con la misma ligereza.




Y hasta aquí llega lo que hemos sacado nosotros de esta genial Next Year Baby. Un post sobre una canción de un verdadero genio con el que, además de hacer una pequeña crítica a todo lo que rodea los Propósios de Año nuevo, os queremos desear lo mejor para este año que hoy empieza. Muchísimas gracias a tod@s por visitarnos y por acompañarnos en esta aventura que hoy cumple 10 meses y que tantas alegrías nos ha dado. Mucha salud, mucha alegría, muchas metas alcanzadas y muchísima buena música para este año nuevo. Ojalá que la disfrutéis también con nosotros ;) Un fuerte abrazo rocker@s y melómanos de cualquier condición! 
Ya sabéis que esperamos y estaremos encantados de leer vuestras opiniones y mensajes sobre el post, el blog o lo que sea que os apetezca decirnos; por Twitter, en los comentarios del post o en nuestro Libro de Visitas

 
!Feliz 2016!

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