sábado, 19 de mayo de 2018

Te Juzgarán Solo por tus Errores (Yo no)

Llevaba horas caminando por las afueras de la ciudad. Ya había dejado atrás las calles y el asfalto. Ahora sorteaba las pocas casas que salpican los dominios de la dejadez. Maldecía el paisaje, se cagaba en los prados y admiraba las escombreras. En ellas encontraba a sus inertes torturadoras. (su herida golpead de vez en cuando; no dejadla jamás que cicatrice) Tan alto resonaban los ecos en su cabeza que por momentos se creía sorda. No se escuchaba respirar, ni su corazón latir; solo se sentía asfixiar por la pena, que echaba raíces en su corazón con la misma fuerza que la raíz del trigo apretaba la tierra de aquellos campos. (que arroje sangre fresca a su dolor; eterno viva en su raíz el llanto).


Portada del álbum Rock Transgresivo (1994)
Su camino había pasado por todos los lugares donde estaba apuntado su nombre, pero en ninguno encontró nada para ella. Empezó sin nada, nada se encontró, y solo vinagre le dieron cuando falló intentando. Desistió, pero sus errores la perseguían más allá de donde sus viejas y cortas piernas les permitían. Su abuelo siempre le dijo que las almas mezquinas desean viento cuando el bosque arde y desean agua cuando a la choza del pobre se la lleva el barro. Ella no entendía por qué siempre que se levantaba del suelo se sentía un poco más pesada que la vez anterior, (si se arranca a volar, gritadle a voces su culpa: ¡que recuerde!) pero el viento le barría las ganas y la lluvia le borraba las ideas. Ni la sangre sentía pasar por el corazón. (si en su palabra crecen flores, nuevamente, arrojad pellas de barro oscuro al rostro; pisad su savia roja)

Estaba sentada en un viejo tronco al lado del casi seco riachuelo, (talad, talad, que no descuelle el corazón de música oprimida) frente a un lecho de piedras donde unas veces creía ver una cama y otras un polvorín. (Si hay un hombre que tiene el corazón de viento, llenádselo de piedras y hundidle la rodilla sobre el pecho) Pero al final, pese a toda la vergüenza que un hijo de puta dejaba de sentir, era un día más, (Tengo más vidas que un gato: me muero siempre, y me mato un poco cada vez) y si había llegado hasta allí -no hasta ese prado lejos de la ciudad, no hasta ese tronco en el que tantas veces había llorado- es porque lo que no te mata te hace más fuerte. Eso no se lo había dicho su abuelo, sino el tiempo: Cada vez que no encontró nada al lado de su nombre, ella misma, como el cardo que cría una flor, hizo de tripas, corazón. (Allá tú con tu conciencia, yo soy cada día más malo; estoy perdiendo la paciencia) Un golpe más sobre la espalda -ya no tenía mejillas-, una mirada perdida más, una nueva gota de sudor frío y otro silencio inacabable.

Cuanto más lo visitaba, más deseaba que ese tronco, sobre el que estaba sentada, siguiese en pie y criase una fuerte rama, (vuelo a un mundo imaginario…) de la que poder colgarse. "Te juzgarán solo por tus errores, pero yo no" esperaba escuchar de su último juez.







En 1994, con cuatro álbumes publicados -Tú en tu Casa, Nosotros en la Hoguera (1989), Somos unos Animales (1991)Deltoya (1992) y ¿Dónde Están mis Amigos? (1993)-, con seis años de grupo y habiendo firmado hacía dos con Dro-Atlantic, Extremoduro se decidió a reeditar el que había sido su primer álbum de estudio: Tú en tu Casa, Nosotros en la Hoguera (1989). Desde el mismo año del lanzamiento de este álbum (1989), quizá debido a las prisas durante la grabación, el grupo no había estado muy conforme con el resultado final del mismo. Así pues, cuando las circunstancias se lo permitieron, Extremoduro decidió relanzar el material dejándolo antes todo a su gusto, por supuesto. Así nacería el Rock Transgresivo en 1994.

El grupo, para esta ocasión, volvió a grabar algunas pistas, a remezclar canciones e incluso a grabar algunas nuevas; concretamente 3. Una de esas tres nuevas canciones fue la canción que da título al post de hoy: Te Juzgarán Solo por tus Errores (Yo no). Así pues, esta genialidad de título, letra y melodía excepcionales solo puede encontrarse, como acabamos de ver, en la reedición del álbum debut, es decir, en el Rock Transgresivo de 1994. Ni rastro de ella en el disco de 1989.


Contraportada del álbum Tú en tu Casa,
Nosotros en la hoguera (1989).
Esta canción guarda varios secretos y una referencia a la obra de un hombre con vida de película, pero antes de hablar de eso, dejadme comentaros una cosina. El álbum debut de Extremoduro del que estamos hablando, es decir, el Tú en tu Casa, Nosotros en la Hoguera (1989) pudo ser lanzado gracias al apoyo de 250 amigos, familiares y allegados de los miembros de la banda. El grupo, que andaba demasiado pillado de dinero por aquel entonces como para autofinanciarse el disco, imprimió 250 papeletas para ser vendidas por 1.000 pesetas cada una bajo la promesa de otorgarle una copia del álbum al comprador una vez este fuese lanzado. A la vista está que ese primitivo crowfunding les funcionó, y como muestra, un botón: en la contraportada del álbum aparecen los nombres de algunos de esos 250 "Médici". ¿Os imagináis tener vuestro nombre impreso en la contraportada del álbum debut de Extremoduro?



Portadas de 9 de los 10 álbumes que ha publicado Extremoduro hasta la fecha.

Te Juzgarán Solo por tus Errores (Yo no) esconde tantos secretos como oídos se paran a escuchar su letra. Ya sabéis que esto es arte y cada unx la puede interpretar como quiera y pueda. Lxs redactorxs de Kaosenlared, que produjeron una entrevista fenomenal que os enseño en un momento, encuentran en la canción referencias claras a la posguerra en España. Yo, como habéis leído al principio, me he ido inventando una historia personal que nada tiene que ver con la posguerra española (aunque ambas sean muy penosas).

¿Os han llamado la atención los versos finales de la canción?: "No puedo seguir: escucho los pasos del funcionario". Quizá aquellos que seáis amantes de la poesía los hayáis incluso reconocido, y es que estos dos versos que hacen de coda a la canción son obra de Marcos Ana. Más concretamente, esos dos versos son también los encargados de poner punto y final al poema Decidme Cómo es un Árbol.  Pues bien, esa es la referencia a un hombre con vida de película. Marcos Ana fue un poeta leonés nacido en 1920 en un pueblo de Salamanca que pasó 23 años de la dictadura franquista encarcelado (récord para un preso político de posguerra en España). Hay multitud de fuentes donde encontrar información sobre la vida, obra y condena del excepcional Marcos Ana, así que no os la voy a escribir aquí inútilmente. Eso sí, os dejo esta fenomenal entrevista de Kaosenlared al propio poeta en la que le da un repaso "a todo esto". No tiene desperdicio.





Hasta aquí el comentario a esta canción en la que confluye la obra de dos personas que han escrito su nombre en la historia de la cultura española, cada uno en su disciplina. Espero que os haya gustado, y si no, me lo podéis decir, que yo no os voy a mandar a la cárcel.


Por último, solo me queda agradeceros las 40.000 lecturas que ha alcanzado el blog este mes, y también las que aún están por llegar. ¡Gracias! Nos vemos en Twitter (@aplicatealrock), en Facebook y en Instagram. See you soon.


1.251 palabras y
"¡No lo dejes!"

4 comentarios:

  1. Cojonudo como siempre. El próximo en inglés . CG

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    1. Me alegro de que te haya gustado. Muchas gracias por el comentario! :D

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  2. Joder, como alguien que lleva pagando cárcel desde que tengo 1 6 años, me flipan todos estos casos,y por mi abuelo se como las pasaban,... Con relación al tema, te juzgarán solo por tus errores, yo no,todavía me gusta más si cabe,.. Y que desde siempre siento que se me juzga por los errores, es complicado vivir sin notar las miradas acusadoras.

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    1. Pues sí, la canción es espectacular Sergio, y al igual que siempre habrá quien nos juzgue por nuestros errores, también habrá quien no! ;D

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